ALEQS GARIGÓZ Y EL LABERINTO DE LA POESÍA. EXPLORANDO EL ALMA DE UN POETA (Publicado en Express Adobe: Guanajuato, Mex.; abril de 2024)

Por: Oscar Espinoza

En el mundo de la literatura contemporánea, hay voces que trascienden las páginas para convertirse en ecos que resuenan en el alma de los lectores. En esta ocasión, tuve el privilegio de sumergirme en un diálogo profundo y enriquecedor con uno de esos talentos excepcionales: Aleqs Garrigóz, de profesión poeta, cuya pluma desafía las convenciones y explora los límites del lenguaje y la emoción.

Con veinte años dedicado al arte de la escritura, Aleqs Garrigóz no sólo es poeta, sino también un periodista cultural y académico comprometido. Desde sus inicios en Puerto Vallarta, lugar de origen, hasta su ascenso en el mundo literario de Guanajuato y el mundo, Garrigóz ha explorado los rincones más oscuros de la existencia humana a través de sus letras, desafiando las normas establecidas y abrazando la diversidad estilística y temática en cada obra que crea.

En esta fascinante entrevista, Garrigóz comparte sus reflexiones sobre la evolución de su obra a lo largo de los años, su experiencia con la internacionalización de su trabajo y el papel fundamental que la poesía desempeña en la sociedad contemporánea. Desde la crítica a la trivialización de la poesía en las redes sociales hasta su visión del legado que desea dejar, cada palabra de Garrigóz nos invita a adentrarnos en un mundo de significado y belleza.

I. Los altibajos de la vida

¿Cómo han influido tus experiencias vitales en la evolución de tu trabajo a lo largo de los últimos 20 años?

La evolución de mi trabajo en estos años ha sido un tanto caótica en cierto sentido, ya que he explorado ciertos temas de manera obsesiva, como la estética gótica que aborda emociones y aspectos oscuros de la existencia humana, tales como el dolor, la muerte, la ausencia y la desesperación. Siempre he procurado articular un concepto diferente sobre una idea particular en mi trabajo, buscando que el lenguaje, el estilo y la extensión de los poemas sean distintos en cada caso. Cada poema exige un tratamiento único, como en los poemas minúsculos de Abyección, que es un trabajo intuitivo y lírico, inspirado en la música popular, con un uso libre de la rima.

Después, por cuenta propia, indagué en la biblioteca escolar y encontré a Rosario Castellanos, cuya escritura oscura me emocionó profundamente. Sus temas sobre la culpa, el dolor, la muerte y la angustia existencial me conmovieron y aprendí mucho de simbolismo con ella. Más tarde, mi maestra de literatura me orientó hacia otros autores, y el internet también me llevó a explorar autores. Fue un estudio autodidacta pero formal. Cuando escribí los versos de esta etapa, supe que le gustaban a la gente; los sentían desgarradores, oscuros, dramáticos, y los entendían a pesar de estar cifrados en la poesía. Los docentes me comentaron que tenía talento, así que decidí explotarlo, y fue lo que eventualmente me dio identidad. Fui un adolescente muy vulnerable y vulnerado por mis condiciones psicológicas, familiares y sociales, pero encontré un refugio en la literatura. Seguramente, como un día externó mi hermana, si no hubiera sido poeta, me hubiera suicidado.

Con este mismo amor por las letras y la diversidad que me permite la escritura, he explorado diferentes estéticas, temáticas, metros y estilos, desde verso libre hasta prosa poética e incluso cuentos con lenguaje poético. Todo lo anterior siempre ha sido dictado por la misma vida; mi literatura se nutre de mi propia experiencia vital, de mi mundo interior y mi fantasía, donde no hay una frontera muy clara, pues vivo en la ensoñación. Leo mucho y tengo una capacidad de soñar despierto muy grande, y así se complementan estos dos polos: tanto el de la autoficción o fantasía pura con el de la realidad que uno pretende expresar o transmitir. Busco que mi poesía se codifique de una manera que el otro lo entienda, que lo sienta de manera parecida o que tenga una correspondencia. Sé que es imposible la correspondencia exacta entre la experiencia y la escritura, pero es lo que percibe el poeta. Mi escritura ha sido diversa porque he tenido la suerte o la desfortuna de tener una vida con muchos altibajos.

II. Forjando el legado literario

¿Podrías compartir cuántos libros has escrito a lo largo de tu vida y cuál es tu enfoque en cuanto a la producción literaria?

La adultez me ha hecho poner orden a mis archivos. Hasta el momento, en dos décadas de trayectoria, he creado 34 obras entre poesía, investigación, traducción y prosa poética, pero es un hecho que he publicado bastante menos. Sin embargo, algunos no consideran un libro electrónico como un libro publicado. Para publicar he recurrido a todos los medios que la actualidad propone, desde los formatos tradicionales de papel o ediciones cartoneras, hasta formatos PDF o publicaciones en plataformas como Amazon. Escribo de uno a tres libros por año, y trabajo poemarios que son desde 12 hasta un máximo de 30 poemas. Son pocos los de mayor extensión, los de largo aliento. Considero que si todo sale bien, un libro al año es suficiente para estar en el medio, y que de alguna forma esto te dé cierta identidad, sentido de pertenencia…

III. El ser errante del escritor

¿Cómo percibes el contraste entre la recepción de tu obra en Puerto Vallarta y Guanajuato?

En Puerto Vallarta, soy como un mito urbano; las personas conocen mi obra y saben que migré y destaqué en Guanajuato, pero no hay mucha más historia. Si bien, cuando regreso por temporadas aprovecho para organizar eventos, lecturas públicas y socializar con otros escritores, algunos prefieren mantener cierta distancia, incluyendo las instituciones gubernamentales de Vallarta que jamás me han publicado. En contraste, en Guanajuato he recibido apoyo tanto de entidades gubernamentales como independientes, lo que me ha permitido establecerme y desarrollar una carrera literaria sólida en una capital cultural. Vallarta, donde pasé mi infancia y juventud, sigue siendo un lugar simbólico para mí, pero mi conexión con Guanajuato se ha fortalecido con el tiempo. Durante la pandemia, regresé temporalmente a Vallarta, pero encontré que la falta de infraestructura cultural y editorial me hacía sentir fuera de lugar, pues allá todo está dirigido al turismo. Regresé pronto a Guanajuato, donde planeo quedarme al menos tres años más para completar mi doctorado, sintiendo que aquí he encontrado un verdadero hogar para mi trabajo y mi vida.

IV. Alma literaria

¿Tienes algún libro favorito de entre tu obra?

Entre las obras que he escrito, destaco Abyección como un libro al que le tengo un cariño especial y considero icónico en mi trayectoria como poeta. Sin embargo, hay otro libro que destaca para mí: De Naturaleza Amarga, publicado por la Universidad de Guanajuato el año pasado. Este libro, de largo aliento y conceptual, es uno de los mejor logrados en mi opinión. Destaco su articulación y la forma en que ha contribuido a darme a conocer en otros países desde hace más de una década. De hecho, cuando me solicitan algún material representativo de mi obra, suelo enviar algo de este libro, especialmente la primera parte titulada Muro de espejos, que considero representa tanto mi estilo como mi visión literaria.

V. La exploración de la intimidad

¿Consideras que tu literatura tiene una perspectiva LGBT+? ¿Cuál es el papel de la diversidad en tu trabajo?

Mi incursión en la literatura se remonta a la primera década del siglo XXI, influenciado por el movimiento contracultural de los darks y góticos. Luego, mis primeros escritos reflejaban una naturaleza amarga y sombría, inspirada en autores como Rosario Castellanos y Rosalía de Castro, cuyas visiones del mundo eran hostiles y sombrías. Sin embargo, fue mucho más adelante, al adentrarme en la obra de Juana de Ibarbourou, que descubrí un erotismo sutil y vital que me había faltado experimentar en la pubertad y adolescencia. Fue hasta mi sexto libro Los Muchachos, cuando exploré mi adolescencia perdida y mi identidad homoerótica, compartiendo las experiencias con amigos, amores y obsesiones. Sin embargo, ahora confieso que aunque mucho de eso tiene una raíz en vivencias personales, la mayoría de esos textos que hablan sobre hombres sólo reflejan fantasías dramatizadas, coloreadas. Por ejemplo, cuando abrazaba a mis amigos, siempre lo hacía desde una necesidad como de huérfano; transmitía desolación. Fue la poesía lo que me permitió darme esa idealización de la adolescencia. Hoy sigo manteniendo contacto con pocos de los hombres que han inspirado mi obra, pero definitivamente destaca uno de ellos, con quien mantengo una relación desde hace más de diez años y es quien me llena profundamente. A título personal, si bien mis vínculos más fuertes han sido con hombres, prefiero una etiqueta de “Queer”.

VI. Tejiendo redes

¿Cómo percibes que el trabajo colaborativo enriquece tu propia obra y perspectiva artística, y cuál es tu conexión con otros escritores?

Durante mucho tiempo evité entablar relaciones estrechas con otros autores debido a las rivalidades, el protagonismo y el ego que a menudo prevalecen en el medio literario. Opté por vincularme con amigos fuera del círculo literario para evitar el drama y las disputas. Sin embargo, la necesidad de profesionalizarme y formar parte de una comunidad literaria me llevó a adentrarme en el periodismo cultural y a conocer a otros poetas a través de entrevistas sobre su trabajo. Aunque entablé múltiples redes, confieso que no he encontrado a muchos autores contemporáneos cuyo trabajo admire o con los que me identifique. La mayoría están atrapados en fórmulas agotadas y vacías que no resuenan conmigo. Siempre lo he dicho: mis maestros ya están muertos, son gente de otro siglo.

VII. Afinidades selectivas

¿Cómo influye la diversidad cultural enriqueciendo tu trabajo, especialmente en colaboraciones con medios extranjeros?

La diversidad cultural enriquece mi trabajo de varias maneras. Me encanta hacer nuevos amigos y establecer conexiones significativas. Creo en la amabilidad y en el valor de la amistad, que trasciende fronteras y culturas. Al interactuar con colegas de diferentes partes del mundo, procuro ser cordial y mostrar interés genuino. A menudo, una simple sonrisa o un gesto amable pueden forjar amistades inesperadas. Mantengo una actitud positiva y trato a mis colegas con respeto, lo que me ha ganado la simpatía y el aprecio de muchos. Disfruto leyendo su trabajo, incluso si no siempre comparto sus opiniones, y encuentro inspiración en las conexiones que establezco. El intercambio cultural me ha permitido cultivar lo que Goethe llamaba “afinidades selectivas”, donde la elección de amigos se basa en una conexión emocional y espiritual más que en intereses profesionales. Por eso, he abrazado el periodismo cultural durante 15 años no como un negocio, sino como una expresión de amor por la diversidad y la creatividad humana.

VIII. La literatura en la era digital

¿Cuál es tu perspectiva sobre el papel de la educación en la promoción y preservación de la literatura, especialmente en un contexto donde los valores tradicionales compiten con las nuevas formas de entretenimiento?

Desde mi experiencia como docente, he sido testigo de la lamentable situación en la que algunos maestros de español carecen de habilidades básicas de escritura y lectura, lo cual afecta la calidad de la enseñanza. En lugar de exponer a los estudiantes a obras literarias significativas, muchos optan por textos comerciales o populares, contribuyendo así a la disminución de la apreciación por la literatura. En la era digital, donde las redes sociales y el entretenimiento mediático dominan la atención de los jóvenes, la promoción y preservación de la literatura se enfrenta a un desafío considerable. Como mencionó Umberto Eco, vivimos en una época donde “los imbéciles son entronizados”, lo que refleja la prevalencia de la desinformación y la superficialidad. Sin embargo, creo firmemente en el poder atemporal de obras como El Principito o Las batallas en el desierto, que continúan siendo relevantes y significativas para las nuevas generaciones. Esta obra, junto con otras selecciones cuidadosamente elegidas, puede ser una puerta de entrada valiosa hacia la literatura clásica y contemporánea. Es crucial fomentar una cultura de lectura que respete los derechos del lector, incluido el derecho a abandonar un libro si así lo desea. En última instancia, el lector se forma a través de sus propias elecciones y experiencias, y es responsabilidad de educadores y promotores de la literatura guiar y enriquecer este proceso. Soy un fiel creyente de que hay que poner en los planes de estudio ciertos títulos como lectura obligada, pero no obligar a leer.

El Principito es una de las lecturas donde uno todavía, al pasar de los años, le encuentra nuevos sentidos. Recuerdo que hace muchos años mi parte favorita era la de él con el Zorro: el valor profundo de la amistad. Luego, a los 30, cuando me enamoré de una persona tóxica y narcisista, entendí lo de la Rosa. Entendí por qué el principito se fue a buscar la clave del amor a otros planetas, porque su rosa lo colonizó y lo hizo huir de su casa; era tan abrumador el no entender su vanidad, su fijación en sí misma…

IX. El desafío de los estímulos literarios

¿Cómo evalúas el impacto de los estímulos literarios que has recibido a lo largo de tu carrera, y qué cambios propondrías en el proceso de otorgamiento de estos estímulos?

Los estímulos literarios han sido una ayuda importante en momentos de mi carrera y de mi vida, permitiéndome cubrir desde gastos básicos como la renta, hasta dedicar más tiempo a mi trabajo creativo. Sin embargo, también reconozco que hubo ocasiones en las que no supe administrar adecuadamente esos recursos, algo común en la experiencia de muchos jóvenes. En cuanto al proceso de otorgamiento de estímulos, creo que existen desafíos significativos. Los requisitos y filtros cada vez son más rigurosos, lo que dificulta el acceso para muchos. Además, la falta de transparencia y la presencia de ciertos “cacicazgos” dentro de las instituciones encargadas de otorgar estos estímulos plantean interrogantes sobre la imparcialidad del proceso. Considero que es necesario revisar y reformar estos sistemas para garantizar una distribución más justa y eficaz de los recursos, priorizando el apoyo a aquellos escritores verdaderamente comprometidos con su labor creativa y con un potencial significativo. En última instancia, el verdadero camino del escritor se encuentra en el trabajo constante y dedicado en su escritorio, más que en la obtención de reconocimientos externos. Por ejemplo, estoy convencido de que el verdadero escritor se forja en su escritorio, le cuesta horas, escribir, corregir, reescribir, borrar y trabajar un texto, inclusive reflexionar en la cama antes dormir es parte de esa lista. En cambio, en la lista de ser escritor jamás ha estado: “ganar 3 veces la convocatoria del FONCA”. Si nos ponemos estrictos, las listas de ganadores de estos estímulos muchas veces son también de fantasmas, nombres que no resuenan, nombres que no son garantía de absolutamente nada.

X. Conexiones globales

¿Cómo ha sido tu experiencia al ver tu obra compartida en otros países a través de internet, y qué papel crees que juega la internacionalización en la carrera de un escritor?

La llegada de internet ha sido fundamental en la internacionalización de mi obra. Desde una edad temprana, utilicé plataformas en línea para compartir mis textos y conectarme con lectores en todo el mundo. La web me permitió ampliar mi horizonte más allá de Guadalajara y alcanzar audiencias globales. Recuerdo con especial emoción las primeras traducciones de mis poemas al francés y al neerlandés, experiencias que me abrieron las puertas a nuevos públicos y me mostraron la relevancia de lo virtual en la configuración de nuestra identidad como escritores. La auto promoción a través de redes sociales como Facebook también desempeñan un papel crucial en este proceso, permitiéndome establecer conexiones y promocionar mi trabajo de manera eficaz. Yo uso Facebook para todo: chatear, ligar, buscar trabajo, confesarme, hacer contactos, compartir lecturas, hacer entrevistas…

XI. El declive del escritor

¿Cuál crees que es el papel actual de los escritores en nuestra sociedad, y cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo?

Lamentablemente, el papel de los escritores en la sociedad contemporánea ha disminuido significativamente en comparación con épocas pasadas. Historiadores como Ángel Rama han documentado este declive, señalando que en el pasado los escritores desempeñaban roles importantes en la preservación cultural y la toma de decisiones públicas. Sin embargo, en la actualidad, muchos escritores han sido relegados a posiciones marginales, como las casas de cultura, sin influencia real en la sociedad. Además, observamos una desvalorización de la escritura y la literatura en general, con un enfoque más en la popularidad y la fama en lugar de la calidad literaria y el pensamiento crítico. Esta tendencia se refleja incluso en la educación, donde la alfabetización y la apreciación por la literatura están en declive, y se premian obras que siguen una agenda burocrática en lugar de aquellas que desafían y cuestionan. Es un panorama lamentable que requiere atención urgente.

XII. La desvalorización de la poesía

¿Cómo percibes la recepción actual de la poesía en nuestra sociedad y por qué crees que sigue siendo relevante en la actualidad? Además, ¿por qué alguien debería considerar ser poeta de profesión, y cuál es la importancia de seguir leyendo poesía?

Actualmente, la poesía ha caído en una suerte de banalización, especialmente con la proliferación de “poetas” en plataformas como Instagram, donde se confunde la profundidad y la expresión artística con simples pensamientos superficiales. Escribir “no hay buen día sin café” no es poesía. Casi nadie tienen un conocimiento profundo de la métrica o la tradición poética, lo que resulta en una trivialización del arte poético. La falta de rigurosidad en la práctica poética y la promoción de la mediocridad han contribuido a esta situación. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, la poesía sigue siendo relevante en la sociedad actual. Es una forma de expresión única que puede capturar la complejidad de la experiencia humana de una manera que otros medios no pueden. Para aquellos que consideran ser poetas profesionales, es crucial entender la tradición y la historia de la poesía, así como comprometerse con la práctica rigurosa y la búsqueda constante de la excelencia artística. Además, la lectura de poesía sigue siendo importante porque nos conecta con nuestra humanidad compartida, nos permite explorar emociones y experiencias de una manera profundamente significativa y nos desafía a reflexionar sobre el mundo que nos rodea. Exactamente lo mismo que ha denunciado Avelina Lésper en las artes visuales y plásticas, también ocurre en la literatura.

XIII. El legado

Después de dos décadas como poeta, ¿cómo te gustaría que la gente te recordara si fallecieras mañana?

Me gustaría ser recordado como alguien que experimentó el sufrimiento en su forma más cruda, pero que por lo mismo, llegué a comprender, estetizar, dramatizar y estilizar ese sufrimiento y sublimarlo… lo convertí en una cosa diferente, lo vencí.

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En un diálogo profundamente revelador y enriquecedor, Aleqs Garrigóz nos ha llevado en un viaje a través de su trayectoria como poeta de más de 20 años, explorando los rincones más íntimos de su obra y su visión del mundo. Desde sus inicios en Puerto Vallarta hasta su consolidación como poeta en Guanajuato, nos ha compartido las luces y las sombras de su camino literario. Sus reflexiones sobre el papel del escritor en la sociedad actual nos invitan a cuestionar y a repensar el lugar del arte en un mundo saturado de información y trivialidad. Con una sinceridad conmovedora, Garry nos ha compartido su visión del sufrimiento y su capacidad transformadora a través del arte. Su deseo de ser recordado como alguien que enfrentó el dolor con valentía y lo convirtió en belleza es un testimonio inspirador de la fuerza del espíritu humano.

~Agradezco a Aleqs su generosidad al compartir sus pensamientos más profundos y sus experiencias más íntimas.

  • Sobre el autor: Oscar Espinoza es un reconocido periodista y profesor, ex catedrático de la Universidad de Guanajuato donde enseñó por más de una década temas de Periodismo Político y Cultura antes del actual régimen de tiranía y terrorismo laboral. Comunicólogo de formación, especializado en democracia por la Universidad Autónoma de Barcelona, y luego en educación artística por el MoMA de Nueva York; lector; fotógrafo; crítico de arte; museólogo; viajero. 

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